miércoles, 9 de abril de 2008

Guitarras y gambetas..

La primera vez que estuvo en Argentina, hace ya tres décadas, únicamente escucharon su voz rasposa en la tribuna: vino en el 78 como un hincha más para seguir a Escocia durante el Mundial. Antes había compuesto la canción oficial del seleccionado, Olé Olá, una rareza en ritmo de samba brasileño, en la que prometía que iban a llegar a Buenos Aires... Pero a ese equipo lleno de conflictos lo eliminaron en la primera ronda, tras dos partidos en Córdoba y uno en Mendoza.

Ahora, en su cuarta visita al país, él no se conforma con patear pelotas del escenario al campo durante los dos shows que va a realizar en el estadio de Vélez (mañana y el viernes). Rod Stewart, una leyenda de la música, le dijo a Olé que también quiere que haya fútbol en su agenda.

-¿A qué equipo argentino te gustaría ir a ver si te queda tiempo libre?

-Quiero ir a ver al Arsenal de allá, tiene el mismo nombre que el de Inglaterra, ¿no? Por eso me suena conocido. Pero mi corazón está con otros equipos.

Aunque en realidad nació en Inglaterra, su papá era escocés y le llenaba la cabeza, por eso se entiende que le tire más la camiseta de Escocia que la inglesa. "El soñaba con tener un hijo futbolista. Mis dos hermanos, mi papá y mi abuelo jugaron en forma amateur. Hasta fundaron un club en nuestro barrio. Somos una familia loca por el fútbol", define Rod.

A los 16 años, abandonó el colegio de Londres y se incorporó al Brentford, un clubcito de la capital que actualmente participa en la cuarta división inglesa. "Lo hice sólo para que mi papá se pusiera contento. Pero mi alma no estaba en el deporte. Ya me había enamorado de la música. Es todo en mi vida. ¿El fútbol? Me da emoción", compara. Tan mal no le fue: a los 63 años lleva vendidos más de 250 millones de discos.

-¿Y no te daba para llegar a ser profesional?

-No, era bastante bueno, pero me faltaba compromiso. En ese momento los jugadores jóvenes teníamos que limpiar los botines de los más grandes y yo no estaba hecho para esos trabajos mundanos...

Igual pudo cumplirle un sueño a don Stewart. Fue en la previa de un Inglaterra-Escocia, en el mítico Wembley, compartiendo la cancha con ex jugadores famosos de los dos países. "Hice un gol con mi papá mirando en la tribuna. Ese es mi momento de gloria en el deporte. ¡Un gol en Wembley!", recuerda. También usa el fútbol para hablar de su mejor show, el Rock in Rio del 85, ante 100.000 personas: "Fue como ganar el Mundial".

-Leí que jugabas de volante por derecha. ¿Con cuál de los jugadores actuales te comparás?

-Con Bacary Sagna, el lateral derecho del Arsenal, que recupera muchas pelotas y llega al área rival. Me gusta porque tiene fuerza. Tira buenos centros.

Sagna, francés de origen senegalés, tiene algo de Rod: el rubio furioso en el pelo. Pero es morocho y usa trencitas teñidas... Los futbolistas de esta generación no le caen tan bien, pese a la admiración por Sagna y su buena onda con David Beckham: "Hoy se convirtieron en mercenarios. Van a los clubes que les ofrecen más plata. Ya no hay lealtad con la camiseta de toda la vida".

La del cantante es la de Los Vagabundos Football Club, el equipo que arma para partidos a beneficio en Europa y con el que juega de local en su mansión en Epping, al norte de Londres. "Tengo una cancha en mi parque. Es hermosa. Con las medidas reglamentarias y sistema de riego bajo tierra, parece una mesa de billar. Me encanta regresar de las giras y patear un rato", cuenta. Todavía quiere jugar en un torneo para mayores de 35, en California, pero se lesionó la rodilla derecha y pasó de volante a hincha.

Piernas calientes. "Voy a volver al fútbol dentro de poco", asegura. Hay que creerle, porque en el 2000 tuvo que darle descanso a su carrera por un cáncer de garganta y en el 2002 hizo su regreso triunfal a los escenarios con una serie de discos que lo trae nuevamente al país. En este viaje lo acompaña su quinta mujer, la modelo Penny Lancaster, una rubia de 36 años que le saca una cabeza. Y también viene su séptimo hijo, Alastair, de dos: "No le dedico tanto tiempo como debiera. Vamos a estar más unidos cuando lo lleve a la cancha o a jugar al fútbol".

Stewart reconoce que el fútbol fue el antídoto ideal para sobrevivir en el mundo de sexo, drogas y rock and roll. Hace poco le preguntaron si estaba en mejor condición física que el stone Mick Jagger: "No sé. Tiene una cintura más delgada que la mía. Pero no puede patear un córner como yo. No lo veo bien en las pelotas paradas". ¿Más diferencias futbolísticas? Jagger sigue al Arsenal y Rod es del Celtic escocés, otra herencia de su papá.

"Soy el hincha más famoso del Celtic. Cuando voy a la cancha y nos meten un gol, todos los hinchas rivales me miran. Es una sensación horrible. Creo que pongo demasiada energía en el fútbol", analiza. Por su querido Celtic hizo varias cosas: una vez se quedó sin lugar de entrenamiento y le prestó la cancha de su casa. ¿Poner plata? "Lo hice en un momento. Y me arrepiento".

-¿A qué jugadores argentinos te gustaría que contratara su equipo?

-Quiero a Lionel Messi y Carlos Tevez en el Celtic. Cualquiera de los dos sería un refuerzo fantástico para nuestro equipo. A Messi lo sufrimos en la Champions League y a Tevez lo sigo en el Manchester United.


En "You're in my heart" ("Estás en mi corazón"), uno de sus viejos hits, Stewart revela la pasión por el equipo de Carlitos: "Soy del Celtic y soy del United, pero nena, yo decidí que sos el mejor equipo de todos". ¡A cuántas le habrá dicho lo mismo!

Hasta hubo dedicatoria futbolera en su último disco: a la memoria de Jimmy Johnstone, máximo ídolo del Celtic, al que le compuso una canción. "En el 71, cuando estaba de gira, me invitaron a una práctica del equipo. Ahí conocí a Jimmy y me enamoré del Celtic", confiesa Rod. En su estadio tiene asiento de por vida. Pero este fin de semana no se sorprendan si ven a un tipo bronceado y con los pelos parados en una cancha argentina.


Nota extraida del diario Olé.