Con la llegada de un nuevo año, las esperanzas por lo que vendrá se renuevan con más fuerza y fe que nunca.
Así también, las victorias y derrotas logradas durante estos largos 12 meses, hacen que uno reflexione sobre las cosas que ganó y perdió. Nadar en lo más profundo de nuestro ser para ver que cosas hicimos bien y que cosas mal. Claro que obtener el fruto de nuestra semilla no es nada fácil e implica por lo tanto un gran esfuerzo personal.
Obviamente no podemos dudar que hay personas que tienen más poder de voluntad y superación que otras.
Los tiempos de evolución de cada persona son muy distintos entre sí.
"Hay que darle tiempo al tiempo", decía ese viejo y conocido refrán y me parece que es cierto...aunque tampoco es malo ayudar a que ese destino toque nuestra puerta.
Por eso hoy quiero compartir con vos este pequeño cuento que extraje del libro de Jorge Bucay "Cuentos para pensar" llamado "Darse cuenta" el cual espero que te sirva y te guste tanto como me gusta a mí. Otra vez feliz año nuevo!
Me levanto una mañana,
Salgo de mi casa,
Hay un pozo en la vereda,
No lo veo,
Y me caigo en él.
Día siguiente...
Salgo de mi casa,
Me olvido que hay un pozo en la vereda,
Y vuelvo a caer en él.
Tercer día,
Salgo de mi casa tratando de acordarme
Que hay un pozo en la vereda,
Sin embargo
No lo recuerdo,
Y caigo en él.
Cuarto día,
Salgo de mi casa tratando de acordarme
Del pozo en la vereda,
Lo recuerdo,
Y a pesar de eso,
No veo el pozo
Y caigo en él.
Quinto día,
Salgo de casa,
Recuerdo que tengo que tener presente
El pozo en la vereda
Y camino mirando el piso,
Y lo veo
Y a pesar de verlo,
Caigo en él.
Sexto día,
Salgo de mi casa,
Recuerdo el pozo en la vereda,
Voy buscándolo con la vista,
Lo veo,
Intento saltarlo,
Pero caigo en él.
Séptimo día,
Salgo de mi casa
Veo el pozo,
Tomo carrera,
Salto,
Rozo con la punta de mis pies el borde del otro lado,
Pero no es suficiente y caigo en él.
Octavo día,
Salgo de mi casa,
Veo el pozo,
Tomo carrera,
Salto,
Llego al otro lado!
Me siento tan orgulloso de haberlo conseguido,
Que festejo dando saltos de alegría...
Y al hacerlo,
Caigo otra vez en el pozo.
Noveno día,
Salgo de mi casa,
Veo el pozo,
Tomo carrera,
Lo salto,
Y sigo mi camino.
Décimo día,
Me doy cuenta
recién hoy
que es más cómodo
caminar...
por la vereda de enfrente.