Mi próxima jugada es...

Para bien o para mal, muchas veces la vida nos pone frente a situaciones que requieren de nuestro poder de decisión el cual puede cambiar el rumbo total de las cosas.
Entre tantas posibilidades a elegir, nos vemos entre la espada y la pared por dar con la respuesta correcta. Si la situación no nos domina y desborda por completo tratamos de plantear hipótesis sobre que puede llegar a pasar si hacemos tal cosa. Tal vez la comparación puede parecer absurda pero visto de una manera no convencional, pareciera como si la vida fuera un gran juego de ajedrez. Ya saben, así como en el tablero tenemos que andar con cautela para proteger a nuestro rey, lo mismo ocurre cuando defendemos aquello que pensamos es mejor para nosotros. Plantear una buena estrategia desde el comienzo es fundamental para lograr nuestro objetivo.
Ser inteligentes en el primer paso que damos es una línea delgada que separa el triunfo de la derrota. Claro en el camino de la vida nos podemos equivocar, y eso no tiene nada malo, ya que nacimos humanos y tenemos ese margen de error. Por otro lado (y por suerte) no estamos solos en esto. Parientes y amigos nos cuidan las espaldas en los momentos más jodidos. En parte, es confortable saber que la muerte por conseguir nuestros objetivos no va a ser solitaria.
Confiar en que habrá gente que se va a jugar con nosotros hasta el final ayuda mucho y hace que nos esforcemos más de la cuenta para no defraudar a nadie. O vivimos todos o morimos todos dicen. Es interesante mirarlo desde esta perspectiva. Da esperanzas, no?
Bueno ahora los dejo por un rato. Es mi turno de mover y tengo una jugada que no puedo dejar pasar...

Sí, la vida es un juego extremadamente para inteligentes...